LA SOMBRA QUE SOMOS


A veces no somos más
que la sombra que vemos.
Movimiento que se sabe impropio
que opta por el ritmo
por aumentar la velocidad
por detenerse en el borde
para observar el juego
de saberse sombra.
¿Qué es la existencia
si no la respuesta ajena?
¿Qué es la existencia
si no la sombra de otra luz?
¿Quién llama a la sombra?
¿Quién acude ante intervalo
mas que la sombra?
Atardecer de millones de años
que continúa viajando
sin la continuidad de la luz.
Eco que se llama así en el absurdo
de ser siempre el envés. 
La sombra.
Y aun así hay quien dice que estamos
más cerca de la vida que de la muerte.
Nosotros los ajenos
los indistintos,
los discontinuos.
Triste atardecer de lo pasado sin pasar
desde donde sonreímos 
al ver la luz que no somos.


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